miércoles, 2 de mayo de 2012

Desde Alhaurín de la Torre hacia Alhaurín el Grande por la MA_3300

    Salida 21                    Distancia: 35,98 km / Duración: 3,35 h  / Desnivel Acumulado: 294 m    

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    Ruta de ida y vuelta pasando por la barriada de El Romeral, Torrealquería y parte de la carretera MA-3300 .

    Tomando el desvío hacia San Joaquin que sale de la Avda de Las Americas, se cruza el Arroyo del Valle y se llega a la barriada de El Romeral, donde se toma la dirección sur, hacia la izquierda, de la calle principal que la atraviesa. Al llegar a lo alto de la cuesta se llega a un cruce se llega a una zona que se llama el Lagar de las Pitas y desde donde se tiene una amplia vista del valle y de la Sierra de Mijas.




    Continuando por la carretera anterior se enlaza con la carretera que viene de El Lavadero y del centro del pueblo. Esta nos lleva hasta la entrada de la barriada de Torrealquería, a los pies de la Sierra de Cártama.




    Esta continúa y enlaza con la MA-3300, carretera provincial, que lleva a Alhaurín el Grande. Es una carretera con buen firme y poco tráfico en la que en todo momento se disfruta de una vista magnífica del valle y de la sierra.





    Es una carretera de trazado sinuosos, amplias curvas y buena visibilidad. Apenas tiene arcén y es necesario circular dentro del carril por lo que se debe prestar atención al tráfico.








    Unos metros antes de llegar a la entrada de unos instalaciones de Viveros Guzmán, sale un carril a la izquierda de la carretera y decido tomarlo para ver a donde lleva. Parece atravesar un olivar de árboles jóvenes en entre los que crecen unas bonitas encinas.





Los olivos parecen cuidados y la tierra está arada.






Hay un grupo de encinas de gran tamaño cuya sombra parecen haber buscado por los restos de una merienda.




    Avanzando un poco más aparece más abajo un terreno labrado y al fondo unos eucaliptos que deben crecer en la ribera del arroyo. 






    Continúo por el camino y desaparece el olivar. El campo aparece tapizado por una hierba rala que deja ver entre sus finas hojas los terrones rojizos. 




    Unos metros más adelante el camino gira hacia la derecha y ofrece esta agradable vista de las lomas al otro lado del arroyo y, omnipresente siempre que miremos al sur, el perfil de la sierra.




    La tentación de continuar explorando el camino es fuerte. El paisaje parece ofrecerse mostrando otros caminos que se ven a lo lejos y que excitan la curiosidad por saber  que recorren  y a donde se dirigen.
 




    Decido volver y seguir con las intenciones primeras, anotando este camino para una futura salida. Pasada la verja de entrada a las instalaciones de Viveros Guzman me encuentro con este edificio. Su aspecto, su estilo constructivo y el cartel en su fachada, me induce a pensar que se trata de alguna instalación industrial, alguna estación para distribución de electricidad o de autobuses. Es una construcción sencilla pero con cierto encanto.  Parece que se le ha añadido el cuerpo de menor altura, pero por su estilo arquitectónico y el deterioro de los materiales que denotan su antigüedad, diría que es de principios del siglo XX. 





    Unos pocos metros más adelante  dejamos a nuestra izquierda la Venta Purguine, a lado de la cual sale otra carretera que parece dirigirse hacia el arroyo y en frente una que se dirige hacia la Sierra de Cártama. También quedan anotadas para descubrirlas en próximas salidas.  Sigue la MA-3300, aún dentro del término municipal de Alhaurín de la Torre, apreciamos que nos vamos acercando al extremo de la sierra en cuya falda se asienta el pueblo vecino de Alhaurín el Grande.








    Continúo y franqueo el límite entre ambos municipios. La carretera, que ha seguido con un trazado de amplísimas curvas, ha ido alejándose de la Sierra de Cártama y la topografía circundante son suaves lomas y amplios terrenos de suaves pendientes. Van apareciendo caminos que salen de ambos lados de la carretera, llamando mi atención y sumándolos a la lista de futuras excursiones.





    En los campos que flanquean la carretera se alternan olivares y pastos, también algún almendral, y en sus bordes, salpicados, alguna encina o algarrobo. El paisaje, iluminado con la prímula luz del atardecer, parece adoptar un aire laxo, como dejándose llevar por el tiempo de este día que se acaba.  





   Aproximadamente en el kilómetro 9, en un lugar llamado La Dehesilla decido parar para volver.  Antes, dirijo la vista hacia el noroeste contemplando las tierras por donde discurre el Fahala y parte de las del valle del Guadalhorce



    Delante de mi todo este espacio, las sugerentes siluetas de las sierras en la lejanía y los lugar tras ellas imaginados. Todo se convierten en preguntas e inquietudes que animan mi curiosidad, primera de las energía para pedalear.


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Bokerón Montaraz




 

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